La intención Cantos Blancos del Sur es ampliar en 14.997 metros cuadrados la cantera de roca ornamental El Grillo, localizada en el paraje conocido como Morra las Rosas
La empresa Cantos Blancos del Sur S.L busca ampliar la explotación de la cantera El Grillo, situada en el municipio tinerfeño de Arico. La Consejería de Transición Ecológica ha publicado la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto como paso previo a su puesta en marcha, donde se han establecido los requisitos ambientales necesarios que deberá seguir la empresa para su ampliación dado que ocupa espacio cercano a terrenos con especies protegidas.
La intención de la empresa es ampliar la cantera de roca ornamental El Grillo, localizada en el paraje conocido como Morra las Rosas. La ampliación sería de 14.997 metros cuadrados, según recoge la DIA, lo que duplicaría el tamaño actual de la explotación. El documento eleva hasta los 13.500 metros cúbicos la producción anual de toba pumítica de la cantera.
Duplicar la superficie
Además, se prevé que una vez finalizada la explotación de los nuevos suelos, la elevación del terreno se reduzca “una media de 25 metros”. En suma, la superficie total de extracción será de 30.000 metros cuadrados, lo que supone que la ampliación que se propone conllevará duplicar los terrenos actuales.
Según recoge el documento, la cantera actual y la ampliación que se pretende están dentro del área de vertidos del Plan Territorial Especial del Complejo Ambiental de Tenerife y Ámbito Extractivo de Guama-El Grillo, esto supone que “la restauración posterior prevista irá encaminada a realizar el hueco que posteriormente será utilizado como celda de vertido del PIRS”. Es decir, que en los 30.000 metros cuadrados finalmente “quedará con una amplia explanada con distintos bancos en la pared noroeste de cinco metros de altura, cinco metros de berma y un ángulo de talud de 45 grados”.
Según el documento, ya el 11 de abril de 2008 se autorizó la ampliación de la explotación en una parcela colindante por un periodo de 15 años. Sin embargo, el 25 de enero de 2019, “se formalizó un acuerdo de expropiación forzosa de los bienes y derechos propiedad de Cantos Blancos del Sur, S.L., ubicados en el área de vertidos del Complejo Ambiental de Tenerife con el Cabildo de Tenerife, ya que los terrenos objeto de estudio se localizan en una zona en la cual está proyectada la realización de un vaso de vertido para la creación de celdas del PIRS”. Esto llevó al cabildo a ceder los 14.997 metros cuadrados que se quieren explotar actualmente.
Riesgos analizados
Los posibles riesgos analizados de esta explotación son pocos dada su situación en una zona de previa extracción. Los principales efectos negativos analizados son los relacionados con el medio físico, aunque “se debe destacar que el desarrollo de la actividad se localiza sobre un área ambientalmente y paisajísticamente altamente degradado (sic) por la acción antrópica”. Por ello, destaca que “no se localizan en el ámbito de afección directa hitos o valores relevantes que pudieran condicionar el desarrollo de la actividad. Además, dado que la zona queda dentro del área de vertidos del Plan Territorial Especial del Complejo Ambiental de Tenerife y Ámbito Extractivo de Guama-El Grillo, la restauración irá encaminada a realizar el hueco que posteriormente será utilizado como celda de vertido”.
También cabe destacar como efectos negativos los niveles de ruido, la afección a los bienes materiales, centrándose en el patrimonio histórico, artístico y arqueológico, así como su situación dentro del hábitat de interés comunitario 5330 Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos, aunque sobre esta última cuestión se destaca que “no se producirá afección sobre este tipo de hábitats dada la degradación del ámbito”.
También exige el documento a la entidad promotora que “deberá valorar el impacto sobre la avifauna, y en caso necesario, plantear medidas preventivas y correctoras necesarias para mitigar, minimizar o compensar los impactos detectados, así como modificar el seguimiento propuesto en el PVA”. Esta situación se da por la posible presencia de la especie protegida Burhinus oedicnemus distinctus (alcaraván común), aunque se añade que no se ha visto a esta ave en la zona desde el año 2000.
Fuente: https://www.atlanticohoy.com/